La segregación escolar comienza en Educación Infantil
No cabe duda alguna: la asistencia de los niños y niñas a Educación Infantil tiene una clara influencia en su desarrollo posterior. Efectivamente, podemos llamar a este nivel Educación Infantil, Educación Inicial, Educación Preescolar, Educación Parvularia, Educación de la Primera Infancia, usando la Clasificación Internacional de la Educación CINE, al margen de cómo se la denomine en la actualidad contamos con sólidas evidencias científicas de que los niños y niñas que han tenido acceso tempranamente a la educación tienen un mejor desarrollo integral y que los beneficios de esta escolarización siguen dejando su impronta muchos años después.
En esa lógica, todos los países del mundo han redoblado esfuerzos para incrementar la tasa de ingreso a la educación inicial y los fondos invertidos en esta etapa han subido de forma importante en los últimos años. Sin embargo, el hecho de que en muchos lugares esta etapa no sea obligatoria, ni gratuita, ha llevado a que se convierta en un factor más de inequidad de los sistemas educativos.
De esta forma, se escolarizan en el nivel inicial en mayor medida niños y niñas de familias con mayores recursos sociales, económicos y culturales, con lo que el posible efecto compensador de la Educación Infantil se pervierte, convirtiéndose en un factor que profundiza estas incipientes inequidades. Pero es que, además, la segregación escolar en esta etapa es incluso mayor que en las posteriores y sus efectos, si cabe, más devastadores (Fram y Kim, 2012; Hogrebe et al, 2021; Piazza y Frankenberg, 2019). Veámoslo con un mínimo de detalle desde diversas perspectivas.
Aunque la investigación sobre segregación escolar tiene más de 70 años, esta se ha centrado en algunos países y en determinados tipos de segregación. Así, lo que desconocemos supera con creces lo que sí sabemos. En el Estado español, por ejemplo, tenemos evidencias de la alta segregación que sufre el alumnado con menores recursos socioeconómicos. También el alumnado extranjero y aquel de origen migrante. Sin embargo, aún se dispone de poca información de la segregación de los estudiantes con necesidades educativas especiales, y apenas se dispone de algunos datos cualitativos y con pequeñas muestras no representativas de la segregación del alumnado del pueblo gitano, en lo que es un claro ejemplo de discriminación por invisibilización.